jueves, 9 de octubre de 2008

Plazas IV


Y quizás la más agradable de todas las antiguas de la ciudad, la Plaza de la Catedral, es muchísimo más reciente que las demás descritas antes, y quizás por ello y porque está allí nuestra hermosísíma catedral, o por lo bien conservaba que ha estado o por lo grandilocuente de los palacetes que la rodean, es desde entre todas, la que siempre hemos considerado como el símbolo de nuestra Habana Antigua.
Con el crecimiento del turismo se ha ido despejando de otras funciones y el bullicio la colma de día y de noche. Tomarse allí un aperitivo animado por legítima música en vivo es un gustazo que recomiendo.
Asistir a un espectáculo bajo las estrellas entre aquellos muros es también un lujo recomendado para adinerados o no tanto, pues por surte son gratis o muy baratos.

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